13 de diciembre de 2012

Análisis de la Casa de azúcar de Silvina Ocampo


Lo ominoso forma parte de la narrativa de Ocampo de la misma manera que la tinta en un libro. El cruce claramente perturbador entre lo más cercanamente familiar a lo monstruoso y lo extraño produce un efecto de opresión e incluso miedo en el lector. En “La Casa de Azúcar”, este quiebre de lo familiar y su contacto con el horror se producea lo largo del cuento, que funciona como un cuento de horror gótico (con el tópico de la casa embrujada, que funcionaría como personaje). El aparentemente inofensivo y acogedor hogar se vuelve el centro de una poderosa posesión, que a la vez mata y transforma.

El relato está constituido a la manera de un antiguo relato de horror: una joven pareja, ella aniñada y supersticiosa y él débil y enamorado, se muda a una casa embrujada que termina por causar un desastre. Es, además, una casa antigua refaccionada para alquilarse, que se consigue a un precio mínimo, que anteriormente estuvo habitada por una figura misteriosa y de una fuerza y atractivo imponentes (Violeta), que desde un primer momento posee una fuerte atracción para la joven, Cristina. Paulatinamente, se va operando una transformación en ella, que va siendo poseída por el alma transmigrada de su anterior propietaria, convirtiéndose involuntariamente en ella, y matándola.

El cuento está narrado por su protagonista, que es quien media entre la historia y nosotros, y su espacio se recorta a la casa, espacio donde se desarrolla lo perturbador, y las calles, donde el protagonista efectúa sus movimientos.

Es el marido el principal foco del temor. A él, sujeto aparentemente racional, pero subyugado por el amor que le tiene a su mujer, es a quien los sucesos extraños que suceden en la casa le causan la mayor perturbación. El hombre se ve impotente para luchar contra el destino y el embrujo impuestos por la casa, embrujo que recae sobre él de manera indirecta, arrebatándole a su mujer.

Analizaré ahora ciertos elementos que aparecen en el cuento, y trataré de ver sus posibles nexos con el horror gótico

1) la casa antigua (que al final del cuento quedará deshabitada): funciona como un personaje que es a la vez familiar y recónditamente perverso. Es la casa la que opera para que los sucesos se desencadenen. Su antigüedad se deja entrever por el antiguo color rosado de la casa, que ahora está cubierto por pintura blanca. Podría vérsela como el tópico de la “Casa Embrujada”

2) La pareja joven, víctimas del horror. Su protagonista funciona como el héroe de una novela gótica: intenta averiguar qué es lo que sucede, pero las circunstancias y lo mágico-diabólico lo superan.

3) El “fantasma”, víctima y victimario, en la figura poderosa de Violeta, que es a la vez misteriosa y atractiva, y muere con odio maldiciendo a quien la mató sin darse cuenta. El nombre es, además, un claro símbolo: una flor de cementerio. Por otro lado, este personaje devela su misterio recién al final, aunque a lo largo del cuento se de cuenta de él con datos sugestivos, fantasmagóricos.

4) El estar relatado como un testimonio es uno de los rasgos más distintivos del horror clásico: esto profundiza y ayuda a construir el verosímil de la historia. Esto aparece en relatos como Frankestein, de Mary Shelley, Manuscrito hallado en una Botella de Edgar Allan Poe, La Llamada de Cthulhu de H.P. Lovecraft, etcétera.

El relato además nos ofrece toda suerte de presagios extraños e inquietantes. El perro Bruto es uno de esos elementos fantásticos. Su paladar negro que “indica pureza de raza”[1] es también tétrico. Es un nexo entre las mujeres de la historia, y un símbolo de lo irracional y lo perturbador. El color negro del paladar no sólo indica raza, sino que también funciona como un elemento intranquilizador: es la primera señal de lo extraño que sucede en la casa.

La chica dueña del perro se obstina en llamar Violeta e identificar a Cristina con ella, a pesar de nunca haberle visto la cara a ninguna de las dos, y demuestra su fascinación obsesiva por la antigua habitante de la casa. Además, su obsesión viene desde niña, y se comporta como tal. Los niños en Ocampo siempre funcionan como un elemento perturbador y extraño.

Las mismas supersticiones aparentemente infundadas de Cristina operan de la misma forma: estas cuestiones son en un principio “encantadoras”, pero más adelante resultan perturbadoras. La función de estas mujeres en este cuento fue bien captada por Pelossi, en su ensayo comparativo sobre “La Hechizada” de Mujica Láinez y “La casa de azúcar” cuando dice que “Víctimas o ejecutoras de fuerzas ocultas, estas figuras femeninas se mueven en medio de una atmósfera de magia, misterio y hechicería, cuyo sentido último los narradores masculinos, simultáneamente personajes y testigos, no consiguen desentrañar”[2]. Las mujeres resultan a la vez familiares y ajenas al universo masculino, que no logra comprenderlas. El deseo del protagonista es rechazado: él desea fundirse con su amada, pero ella escapa, poseída por el espíritu de Violeta.

El hombre, finalmente, abandona la casa, que queda deshabitada.

La conclusión es inevitable. En este relato operan toda serie de artificios del gótico en su más pura forma, combinados con la poética particular de Silvina Ocampo. Por otro lado, el retomar los tópicos del gótico no es incoherente para la misma: en su grupo de Sur junto a Borges y Bioy Casares, se rescata la narrativa fantástica y los géneros antiguamente considerados menores, dándole preponderancia a la narrativa anglosajona. Su particular visión perturbadora transforma el fantástico en algo perturbador del orden de las cosas, y su crueldad la llevaría con relativa seguridad y facilidad al género del horror gótico.

[1] Ocampo, Silvina Cuentos Completos I, Emecé Editores, Buenos Aires, 1999, página 188


[2] Pelossi, Claudia Teresa “«La hechizada» de Manuel Mujica Láinez y «La casa de azúcar» de Silvina Ocampo; dos relatos de transmigración de almas” http://www.salvador.edu.ar/gramma/3/ua1-7-gramma-01-03-16.htm
fuente: http://perrodelmar.blogspot.com.ar/2008/04/la-casa-de-azcar-de-silvina-ocampo.html

16 de noviembre de 2012

Mateo, de Armando Discépolo (por José Gamo, de su blog personal)

El grotesco argentino es un género continuador del sainete criollo, al que completa y supera. Lo que eran historias eminentemente cómicas se vuelven más dramáticas e interiores; los personajes se hacen más complejos, incorporando el naturalismo europeo, y la configuración del lenguaje y del espectáculo se hace más ambiciosa. En ese ámbito se desarrolla el trabajo de Armando Discépolo. Mateo es una obra que reúne muchos de los elementos del genéro, y es uno de sus clásicos. Toca los temas preferidos del autor: un sistema económico condenatorio, la unidad familiar amenazada, la oposición entre juventud y senectud, modernidad y tradición, moralidad y éxito exterior, autenticidad y acomodamiento social, debilidad y poder... Su lectura nos conecta con referencias posteriores de sobra conocidas, como El ladrón de bicicletas o La muerte de un viajante. La inspiración está en las novelas de Zola, en el melodrama italiano, en el sainete criollo mencionado, en Pirandello y la comedia italiana del momento. Mateo cuenta la desgracia de un cochero de caballos que se ve arruinado en su vejez por el advenimiento del automóvil. Básicamente es la historia de un hombre que, tras una vida de arduo trabajo, llega a la puerta de la vejez sin nada. Su existencia ha transcurrido sin conseguir ningún éxito que no sea su propia familia. Sin embargo, la brecha generacional que lo separa de sus hijos lo vuelve amargo y triste. Sometido a las presiones ambientales se ve obligado a buscar a través de un subterfugio o pequeño delito la salvación. El desastre final no hace más que corroborar su incapacidad para la adaptación al nuevo tiempo. Armando era hermano de Enrique Santos, el autor de Cambalache y de muchos otros tangos. Cada uno de ellos retrató una parte de ese "fraude", esa trampa, que el Buenos Aires de principios del veinte supuso para muchos emigrantes italianos y españoles. A mí me parece un mundo paralelo al de la zarzuela finisecular y Arniches, pero con una libertad argumental y emocional mayor. En sus obras, frecuentemente hace frío, y muchas de las escenas se desarrollan de noche. Hay devastación, social y personal, y una curiosa sensibilidad trágica, entreverada con comicidad. En el lenguaje reflejaba el lunfardo y los modismos italianos. En esas obras está esa ciudad mítica, ciudad trampa, ciudad peligro. En ellas se muestra esa desconfianza hacia el futuro y esa nostalgia congénita que hasta el día de hoy retrata una parte del alma porteña. Más allá de la caracterización pintoresquista, el texto de Mateo es ejemplar, lleno de escenas perfectas. Es un vehículo brutal para grandes intérpretes de carácter. El giro desde lo cómico a lo trágico es delicado, sutil. La exteriorización de las pasiones de una radicalidad que llega a lo delirante. Un retrato muy potente de una sociedad, de un tiempo, que, como sucede con todo el gran teatro costumbrista, llega a la universalidad desde su concreción histórica y geográfica.
Fuente : http://josegamo.blogspot.com.ar/2010/02/mateo-de-armando-discepolo.html

10 de noviembre de 2012

INFORMACIÓN PARA TODOS LOS VISITANTES

INFORMACIÓN PARA TODOS LOS QUE VISITAN ESTA PÁGINA, TODOS LOS ARCHIVOS ALOJADOS EN SCRIBD, AHORA (NO SÉ POR QUÉ RAZÓN LOS HICIERON PAGOS PARA DESCARGARLOS) . NO ES MI RESPONSABILIDAD QUE ESTO SUCEDA. NO COBRO NADA POR ELLOS YA QUE ESTÁN DISPONIBLES PARA TODOS. 
ESTO NO LO PEDÍ YO, SINO QUE ES DE LA CÍA, SCRIBD. 
LES PIDO DISCULPAS POR LOS INCONVENIENTES QUE PUEDAN TENER AL NO PODER CONTAR CON LOS TRABAJOS QUE SIN FINES DE LUCRO SUBÍ DURANTE MUCHO TIEMPO A ESE SERVIDOR.
ASIMISMO VERÉ LA OPCIÓN DE ABRIR OTRA CUENTA CON EL USUARIO PROFESARA2 PARA COMENZAR NUEVAMENTE LA TAREA QUE VENÍA DESARROLLANDO HASTA AHORA. 
GRACIAS. 
PROFE SARA 

25 de octubre de 2012

15 de octubre de 2012

Información sobre las Integradoras

Evaluaciones Integradoras Escuela Superior EEM N°3 de Literatura 6º AÑO: LITERATURA
 19 al 23/11

 Se informa a los alumnos de 6to año las fechas de las próxima evaluaciones integradoras.
A 6°2° se evaluará el 19 de noviembre 6° 3° se evaluará el 23 de noviembre
 Saludos para todos y ánimo que ya queda un poco menos para terminar el ciclo lectivo 2012.
 Profe Sara

15 de agosto de 2012

Colaboración

INVITO A TODOS LOS PROFES QUE QUIERAN COMPARTIR SUS ACTIVIDADES, GUÍAS DE LECTURA Y APUNTES ENVIARLAS POR MAIL A MI DIRECCIÓN DE CORREO PARA PUBLICARLAS EN ESTE SITIO.
ENTRE TODOS PODEMOS AYUDARNOS PARA MEJORAR NUESTRA TAREA DIARIA.
PROFE SARA

14 de julio de 2012

Felices vacaciones de invierno 2012

Les deseo a todos mis alumnos, compañeros y visitantes un buen descanso durante el receso escolar de invierno. A recargar pilas para culminar con éxito la segunda etapa del ciclo escolar 2012. Muchos saludos y abrazos para todos. ¡Ah! y no me busquen porque en unos días estaré en el sur disfrutando de la nieve y ...

25 de junio de 2012

La otredad en "Lejana"

La otredad en "Lejana"
 A través del análisis del cuento Lejana, diario de Alina Reyes, publicado en 1951 por Julio Cortázar, identificamos una serie paralela de mundos posibles, donde lo fantástico viaja simultáneo y paralelo a lo real: entre este mundo y aquel, entre lo real y lo escrito; atraviesan ciudades, personas modificando vidas; la reunión de las dos partes en un solo personaje; la fusión intensa que permite que al final el narrador ya no sea Alina Reyes, sino la voz de la manifestación de ella misma "Me acuerdo que un día pensé "Allá me pegan, allá la nieve me entra por los zapatos y esto lo sé en el momento, cuando me está ocurriendo allá yo lo sé al mismo tiempo ¿Pero por qué al mismo tiempo? A lo mejor me llega más tarde, a lo mejor no ha ocurrido todavía (...)". La ambigüedad se expresa claramente en la narrativa de la protagonista. "Porque a mí, la lejana, no la quieren." Aquí el uso de la primera persona y de la tercera persona del singular denota esa dicotomía. Alina Reyes es el pasaje de una interioridad reservada que al pasar el puente se exterioriza irracionalmente; las dos partes se unen y se vuelven a dividir de una manera imperceptible, y de esta nueva división surge una especie de traspaso del ser, en el que Alina se convierte en la mendiga, y grita, "De frío, porque la nieve le estaba entrando por los zapatos rotos, porque yéndose camino de la plaza iba Alina Reyes, lindísima en su sastre gris, el pelo un poco suelto contra el viento, sin dar vuelta a la cara y yéndose." Alina Reyes necesita salvar a la otra para ser la otra, la que no llegó a ser y siempre habitó su interior, porque la ausencia no se llena hasta el encuentro final de las dos almas. El vacío de una superficialidad que la hace pobre en su riqueza; búsqueda y hallazgo de su alma; sufre, porque quiere sufrir porque sufrir es ser por fin ella. Necesita el puente, el frío y el dolor para que sepan que Alina Reyes no es sino su antítesis. Si proyectada salva, es salvada también, porque aún en el dolor siente el placer de ser la fuerza extraña que no es extraña. Lo uno y lo múltiple, la identidad y la diversidad; desalojada por la entrevisión de la multiplicidad. El concepto de individuo unívoco, en el que el encuentro con el otro; encuentro con uno mismo; descomposición de la personalidad individual, es también irrupción de lo otro, presencia de lo desconocido en la propia conciencia. El texto anuncia "Diario de Alina Reyes" y comienza siendo narrado en primera persona, con todo el intimismo, la naturalidad y la autenticidad que la forma del diario de vida conlleva y el sujeto enunciante desdoblado. El estilo introspectivo del yo que dialoga consigo mismo a solas constituye una especie de garantía de fidelidad respecto de las ideas y sentires. Es espejo en el que la protagonista se contempla y, en este sentido, es en sí mismo dador de identidad. La yuxtaposición de hechos que se enumeran sin nexo aparente o bien las construcciones elípticas sugieren en ocasiones el divagar de la conciencia: "Pero sí, Alina Reyes, y por eso anoche fue otra vez, sentirla y el odio". Los coloquialismos léxicos "soy una chica sin humos"; "parapeto", entre los que llama la atención una solitaria inclusión del característico "che", "Eso le da frío a cualquiera, che, aquí o en Francia", además de los familiarismos, los diminutivos y aumentativos: "M'hijita, la última vez que te pido que me acompañes al piano. Hicimos un papelón"; "enormísimo", "abrigadísimo", "delgadísima", "lindísima", a lo que debe sumarse el uso de fragmentos en lenguas extranjeras "Votre ame est un paysage choisi...", "piré, champagne", "Now I lay me down to sleep; factor que contribuye a la configuración de un personaje en tránsito que habita espacios simultáneos, pero distintos y distantes. No fundidos. Expansión del ego, revelando la indeterminación de la propia identidad; la irrupción de lo otro, lo que en apariencia lejano y sin conexión, sin embargo, se va apoderando hasta compartir la identidad de la protagonista. Alina es una especie de anagrama vivo en el que el espacio en blanco o los puntos suspensivos insinúan que es alguien más, que le falta algo para ser totalmente, algo que aún no ha descubierto, completamente opuesto a lo que ella sabe y cree de sí: se trata de un otro yo, de otra realidad. Efectivamente, a partir de aquel juego del lenguaje se constata que 'la lejana' está elaborada en cuanto doble opuesto de Alina; todo en ella constituye la antítesis de la protagonista. Ambas conciencias se iluminan mutuamente, configurándose como el reflejo invertido de cada una. De ahí que se configuren en cuanto opuestos complementarios, relación en la que los límites de la ajenidad tienden a desvanecerse. No en vano la otredad se manifiesta en este relato mediante la experiencia de una presencia ajena como si fuera propia, de una voz extrínseca hablando desde adentro. Coexistencia simultánea de esos dos yo. Es más bien un problema de perspectivas opuestas conviviendo en un mismo ser. La continua presencia ajena-lejana enfatiza en Alina el sentimiento de descolocación, de estar a medias, una incomodidad que no la deja ser feliz ni con una realidad ni con la otra. El proceso de conciencia que el diario narra, va mostrando cómo lo otro irrumpe progresivamente en el yo, cómo lo cotidiano es sobresaltado por lo insólito, cómo lo fantástico se va apoderando poco a poco de toda realidad razonable y cierta -destruyendo toda lógica y certidumbre-. Se da así una lucha de personalidades, expresada estilísticamente por medio del uso intercalado de la primera y la tercera personas. El discurso ajeno se yuxtapone al propio, lo invade: "porque soy yo y le pegan"; "Porque a mí, a la lejana, no la quieren". No existe un diálogo, pero sí el deseo de comunicación, expresado en las ansias de Alina de enviarle un telegrama a la Lejana. "Sujeto y discurso se pluralizan agudamente y el cuento como tal se transforma en un espacio donde uno y otro pierden sus identidades seguras y definidas..." La protagonista deviene, en tal sentido, sujeto heterogéneo, plural y también sujeto transcultural, en el sentido de que en ella se da un proceso transitivo, de paso entre mundos. Tal vez por ello es que a medida que el cuento y los días en el diario avanzan, el yo evoluciona hacia una posición de aceptación del otro e incluso de deseo de encuentro y de posesión. Aquí la figura del puente, adquiere relevancia primordial. A Alina le obsesiona la idea del puente; "Más fácil salir a buscar ese puente, salir en busca mía y encontrarme como ahora, porque ya he andado la mitad del puente entre gritos y aplausos..." El puente como posibilidad de paso, de cruce del umbral y, consecuentemente, de reunión e integración. Juego confuso y a veces angustiante entre las imágenes del yo y del otro, del yo que no sólo es incapaz de sacudirse del otro sino que además se reconoce en él constantemente. El anhelo de reunión, de fusión de la identidad quebrada de la protagonista -"Se doblegará si realmente soy yo, se sumará a mi zona iluminada, más bella y cierta con solo ir a su lado y apoyarle una mano en el hombro". El diario culmina el 7 de febrero y da paso a una voz en tercera persona, un narrador aparentemente omnisciente, certero, que relatará el anhelado encuentro final, en medio del puente de Budapest. Ceñía a la mujer delgadísima, sintiéndola entera y absoluta dentro de su abrazo, con un crecer de felicidad igual a un himno, a un soltarse de palomas, al río cantando. Cerró los ojos en la fusión total, rehuyendo las sensaciones de afuera, la luz crepuscular; repentinamente tan cansada, pero segura de su victoria, sin celebrarlo pero tan suyo.
fuente:http://delaberintosydeespejos.blogspot.com.ar/2011/12/la-otredad-en-la-lejana.html

Cuento Circe de Cortázar

Cuento Circe de Cortázar

15 de junio de 2012

Intertextualidad- El Génesis y Joaquín Sabina

El término intertextualidad es el concepto convencional para enseñarle a los alumnos de nivel secundario sobre las relaciones que existen entre los diferentes textos (incluimos para esta actividad los escritos, los pictóricos y los audiovisuales). ¿De qué le sirve al lector relacionar textos? La relación de textos con otros textos leídos con anterioridad es casi automática e instantánea. Hay ciertos textos que obligan al lector a relacionarlos directamente con otros, y otros casos en que las relaciones son sumamente personales y hasta meditadas por quién se ha dispuesto a leer.

 La historia en la Biblia.(Génesis, capítulos 2 y 3.)

 Entonces Yavé formó al hombre con polvo de la tierra, y sopló en sus narices aliento de vida y lo hizo un ser viviente. Luego Yavé plantó un jardín en un lugar del Oriente llamado Edén; allí colocó al hombre que había formado. Después dijo Yavé: “No es bueno que el hombre esté solo. Haré, pues, un ser semejante a él para que lo ayude. “ (...) Entonces Yavé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Y le sacó una de sus costillas, tapando el hueco con carne. De la costilla que Yavé había sacado al hombre, formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces el hombre exclamó: “Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne”. (...) Los dos estaban desnudos, hombre y mujer, pero no se avergonzaban de eso. Yavé hizo brotar del suelo toda clase de árboles agradables a la vista y buenos para comer. Y puso en medio el árbol de la Vida y el árbol de la Ciencia del bien y del mal. (...) Yavé tomó, pues, al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. Y Dios le dio esta orden al hombre: “Puedes comer de cualquier árbol que haya en el jardín, menos del árbol de la ciencia del bien y del mal; porque el día que comas de él, morirás sin remedio.” La serpiente era la más astuta de todos los animales del campo que Yavé había hecho, y dijo a la mujer: “¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?” La mujer respondió: “Podemos comer de los frutos de los árboles del jardín, menos del fruto del árbol que está en medio del jardín, pues Dios nos ha dicho: No coman de él ni lo toquen siquiera, porque si lo hacen morirán.” La serpiente replicó: “De ninguna manera morirán. Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los oídos y serán como dioses y conocerán el bien y el mal.” La mujer vio que el árbol era apetitoso, que atraía la vista y que era muy bueno. Tomó de su fruto y comió y se lo pasó en seguida a Adán, que andaba con ella, quien también comió. Entonces se les abrieron los oídos y se dieron cuenta que estaban desnudos y se hicieron unos taparrabos cosiendo unas hojas de higuera, Oyeron después los pasos de Yavé que se paseaba por el jardín, a la hora de la brisa de la tarde. El hombre y su mujer se escondieron, para que Dios no los viera, entre los árboles del jardín. Yavé Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?” Este contestó: “Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo, por eso me escondí”. Yavé replicó: “¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol que te prohibí?” El hombre respondió: “La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.” Yavé dijo a la mujer: “¿Qué es lo que has hecho?”, y la mujer respondió: “La serpiente me ha engañado y comí.” Entonces Yavé Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Andarás arrastrándote, y comerás tierra todos los días de tu vida. Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya, ésta te pisará la cabeza mientras tú te abalanzarás sobre su talón”. A la mujer le dijo: “Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos. Con dolor darás a luz a tus hijos, necesitarás de tu marido, y él te dominará”. Al hombre le dijo: “Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que Yo te había prohibido comer: Maldita sea la tierra por tu culpa. Con fatiga sacarás de ella tu alimento por todos los días de tu vida. Espinas y cardos te dará, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado. Porque eres polvo y al polvo volverás”. El hombre llamó a su mujer «Eva» por ser la madre de todo viviente. Yavé Dios hizo para el hombre y la mujer túnicas de piel y los vistió. Por ello los echó de la tierra del Edén, .... Y habiendo expulsado al hombre, puso querubines, al oriente del jardín del Edén, y un remolino que disparaba rayos, para guardar el camino del Árbol de la Vida.
 Eva tomando el sol- Joaquín Sabina
 Todo empezó cuando aquella serpiente me trajo una manzana y dijo: “prueba”
Yo me llamaba Adán, seguramente
 tú te llamabas Eva.
 Vivíamos de squatters en un piso
abandonado de Moratalaz,
si no has estado allí no has visto el Paraíso Terrenal.
Cogimos un colchón de una basura,
dos sillas y una mesa con tres patas,
mientras yo emborronaba partituras
 tú freías las patatas.
Plantamos cañamones de Ketama
y un tiesto nos creció ante el ventanal
con una rama de árbol de la ciencia
del bien y del mal.
A Eva le gustaba estar morena
 y se tumbaba cada tarde al sol,
nadie vio nunca una sirena
tan desnuda en un balcón.
Pronto en cada ventana hubo un marido
a la hora en que montaba
 el show mi chica,
aunque la tele diera en diferido
el Real Madrid-Benfica.
Un día la víbora del entresuelo
en trance a su consorte sorprendió,
formó un revuelo y telefoneó
al cero noventa y dos.
Y como no teníamos apellidos,
ni hojas de parra, ni un tío concejal,
ni más Dios que Cupido
no sirvió de nada protestar.
Eva tomando el sol
bendito descontrol,
besos, cebolla y pan…
¿qué más quieres Adán?
Un juez que se creía Dios dispuso
que precintara un guardia nuestro piso
no quedan plazas para dos intrusos
en el Paraíso.
Estábamos sobre el colchón desnudos
jugando a nuestro juego favorito,
al ver entrar la pasma
Eva no pudo sofocar un grito.
A golpes la bajó por la escalera un
ángel disfrazado de alguacil
sin importarle un pijo que estuviera
encinta de Caín.
Hoy Eva vende en un supermercado
manzanas del pecado original
yo canto en la calle Preciados
todos me llaman Adán.
Eva tomando el sol
bendito descontrol,
besos, cebolla y pan…
¿qué más quieres Adán?
 Título: Eva tomando el sol Año: 1988
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona
Disco: El Hombre del traje Gris (1988)
 1. Relacionar el concepto de intertextualidad entre estos dos textos.
2. Indicar las frases en que se manifiesta la intertextualidad.
3. Buscar ejemplos plásticos de intertextualidad en este tema.
Fuente:http://elojoenlalengua.blogspot.com.ar/

El mito de Pandora

Cuenta la mitología griega: En un principio todo era Caos, hasta que los dioses decidieron dar a cada cosa existente su lugar en la tierra, también decidieron crear a los animales y entre ellos a uno que fuera superior: el hombre; esta tarea fue encomendada a Prometeo y su hermano Epimeteo – pertenecientes a una raza de Titanes que habitaron la tierra mucho antes de la creación del hombre-, para ello, Prometeo tomó agua y barro para moldear al hombre a imagen y semejanza de los dioses. Cuando Prometeo quiso proveer al hombre de dones especiales para hacerlo superior al resto de los animales, se dio cuenta que Epimeteo ya los había agotado todos en la creación de los animales, así que Prometeo subió al Olimpo y ayudado por Atenea robó las semillas de Helios (el Sol) y se las regaló a los hombres. Con el fuego como regalo, los hombres fueron capaces no sólo de alimentarse, sino también de elaborar armas para cazar animales, de fabricar herramientas para trabajar la tierra, de calentarse y de vivir una mejor vida. Cuando Zeus (rey de los dioses del Olimpo) se dio cuenta del robó, montó en cólera y decidió castigar a los Titanes por haber regalado el fuego y a los hombres por haber aceptado el regalo. De esta manera ordenó a todos los dioses crear a la mujer primera mujer en la tierra y que cada uno de ellos la llenara de virtudes: Hefesto, dios del fuego, la moldeó; Atenea, diosa de la sabiduría, le regaló un cinturón de perlas, un vestido hermoso color púrpura y otras piedras preciosas; Afrodita, le dio la belleza; Apolo, dios de la luz y la verdad, le dio la música; Hermes, dios de las fronteras y los viajeros, le dio el don de la seducción, un carácter voluble y la manipulación; los collares le fueron entregados por Las Gracias y la Persuasión, las Horas coronaron su cabeza con flores. Pero Pandora fue, también, un arma contra el hombre, pues Zeus quería acabar con él a causa de la desobediencia del titán Prometeo. Así, esta mujer será la encargada de llevar la perdición al hombre, y así se lo hace saber Zeus a Hefesto, el más habilidoso del Olimpo, a fin de que la creara bella, perfecta, en casi todo similar al hombre, pero dotada de capacidad para retrasarle en el trabajo y hacerle olvidar hasta sus pensamientos... Como último regalo, Zeus le entrega a Pandora una caja que no deberá abrir bajo ningún concepto. En ella, sin la mujer saberlo, están encerrados todos los males que destruyen a la raza humana: la enfermedad, la venganza, la ira, el mal del mundo. Y entrega a Pandora como esposa a Epimeteo -llamado "el que reflexiona tarde"-, hermano de Prometeo; este, deslumbrado por la belleza de la mujer, acepta sin dudar el regalo, desoyendo los sabios consejos de su hermano: no aceptar ningún presente que venga de Zeus, por si acaso... Movida por la curiosidad, con el tiempo Pandora no pudo resistirlo y abrió la caja que Zeus le había regalado. Y en un momento todos los males se repartieron por el mundo, sin poder ser contenidos por las sensuales manos de la mujer... Asustada, Pandora cerró la tapa justo cuando el último objeto de la caja iba a salir: la esperanza. Posteriormente, arrepentida y viendo lo que su acción había provocado en la Humanidad, se dedicó a ir ofreciendo a los hombres, uno a uno, la posibilidad de contar con la esperanza, pues ella la tenía -esta vez sí-, bien guardada.

"Historia del hombre que sabía que iba a morir un viernes" Alejandro Dolina

"Historia del hombre que sabía que iba a morir un viernes" Alejandro Dolina Los poderes del Ángel Gris son muy limitados. Apenas si es capaz de humildes milagros de cuarta categoría. Por eso, cuando trata de favorecer a alguien, lo más probable es que lo reseque para todo el viaje. Una tarde, el Ángel le comunicó al farmacéutico Luciano B. Herrera que su muerte se produciría un día viernes. Al principio, el sujeto aprovechó el dato con cierta astucia: arriesgaba la vida sin temores en sus días de inmortalidad, mientras que los viernes se encerraba bajo siete llaves. Muy pronto el miedo comenzó a trastornarlo. Los domingos y lunes mantenía una relativa calma. Los martes y miércoles lloraba en silencio. Los jueves visitaba a sus amigos y parientes para despedirse de ellos. Los viernes enloquecía y suplicaba clemencia a los gritos. Los sábados se emborrachaba para festejar su buena suerte. Las cosas fueron empeorando. Herrera tuvo que cerrar la farmacia, cayó en la miseria y adquirió una merecida reputación de chiflado. Se suicidó un martes, ante el beneplácito de quienes sostienen la doctrina del libre albedrío. Los Refutadores de Leyendas pretenden demostrar la inexistencia del Ángel Gris con esta historia, que apenas alcanza para demostrar su ineficacia.