6 de septiembre de 2009

Corral de Comedias

Los "corrales de comedias", primeros teatros españoles
Antes de finales del siglo XV había edificios dedicados al teatro en España. Los corrales eran para los burgueses pobres hijos de los nobles españoles representaciones de comedias se daban en el patio de casas o posadas. Un escenario improvisado estaba dispuesto en el fondo del patio. Los tres lados restantes servían de galerías para el público más pudiente. Los otros espectadores veían el espectáculo de pie, en el patio a cielo abierto. Esta estructura se conservó en los teatros permanentes construidos a partir de los finales del siglo XVI, llamados corrales de comedias. Ellos utilizaban el espacio cerrado, rectangular y descubierto del patio central de una manzana de casas.
El escenario estaba instalado en un extremo del patio, contra la pared de la casa del fondo.
Frente al escenario había el patio descubierto, donde los hombres del pueblo, también llamados mosqueteros, asistían de pie al espectáculo. A sus lados había una serie de gradas, donde los hombres podían ver la representación sentados en bancos alquilados.
Los balcones y las ventanas de las casas contiguas formaban los aposentos reservados para las personas nobles, fueran hombres o mujeres.
Las mujeres de clase más baja debían sentarse en la cazuela, un palco frente al escenario. Encima de la cazuela de los corrales madrileños estaban los aposentos o palcos de los concejales del Ayuntamiento de Madrid y otras autoridades, como el Presidente del Consejo de Castilla. En el piso más alto estaban los desvanes, aposentos muy pequeños, entre los que se encontraba la tertulia de los religiosos y una segunda cazuela.
El escenario y las gradas laterales estaban protegidas por un tejadillo voladizo. Un toldo de tela permitía techar el corral para resguardar del sol el público del patio.
Esta disposición se parece a la del teatro isabelino en Inglaterra.
En 1579, el Corral de la Cruz fue el primer teatro permanente construido en Madrid según este modelo para las cofradías. Estas instituciones de beneficencia pública obtenían sus fondos de las representaciones teatrales y de la explotación de los corrales.
El número de corrales de comedias aumentó rápidamente después de 1600, respondiendo al entusiasmo del público para esta nueva forma de espectáculo. Actualmente el corral de comedias más antiguo que se conserva (aunque solo parcialmente) es el Corral de Comedias de Alcalá, siendo el único completo el de Almagro, donde se celebra anualmente el Festival Internacional de Teatro Clásico.
Recientemente se han encontrado restos de un Corral de Comedias[1] [2] [3] (actualmente en proceso de restauración) en Torralba de Calatrava. Por su tipología puede considerarse que la función teatral era secundaria. Se pretende integrar como nuevo escenario en el Festival Internacional de Teatro Clásico de la cercana población de Almagro.

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